FIN DE SEMANA EN EL RENACIMIENTO ESPAÑOL

A algo más de unos 300 kilómetros de Madrid, se alzan en la provincia de Jaén, dos ciudades que tienen en su interior maravillas del Renacimiento, Úbeda y Baeza.

Las ciudades de ÚBEDA Y BAEZA, declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la Unesco en el 2003, conservan aquel hechizo de hace 500 años y las convierte en el máximo exponente del renacimiento español. Rodeadas de olivares con el Guadalquivir a sus pies, estas dos ciudades conservan entre sus calles el trazado original de tiempos remotos. 

Úbeda representa la arquitectura privada y el poder civil, y Baeza la arquitectura pública y el poder religioso. Las dos figuras más destacadas de aquellos tiempos fueron Francisco de los Cobos, secretario de Carlos I, y su arquitecto Andrés de Vandelvira, autor de los más soberbios monumentos de ambas ciudades.


La singularidad de Úbeda y Baeza se hace palpable en sus trazados urbanísticos e importantes edificios.


ÚBEDA

Lo primero que hay que ver es la Plaza Vázquez de Molina, Se la conoce como plaza de Santa María pero su nombre oficial es plaza Vázquez de Molina y es una de las más bellas de España. Se extiende al sur de la ciudad, en el corazón del primitivo barrio del Alcázar donde estuvo la ciudad árabe, y está próxima a la Redonda de Miradores y a un paso de los palacios, iglesias y conventos que han engrandecido la leyenda patrimonial de la ciudad de Úbeda. Vázquez de Molina es una plaza insigne, de grandes proporciones, formas trapezoidales y carácter señorial.

Pero la reliquia de esta ciudad es la Sacra Capilla del Salvador Es sin duda una de la joyas arquitectónicas del renacimiento español y probablemente la obra religiosa privada más importante del siglo XVI. Fue mandada construir por Francisco de los Cobos, secretario de Estado de Carlos V y consejero de Felipe II. El trazado de la planta fue diseñado por Diego de Siloé, arquitecto de la catedral de Granada, pero fue Andrés de Vandelvira quien dotó al edificio de la impresionante portada plateresca y la sacristía.

El escultor francés Esteban Jamete fue el autor de las tallas de la fachada principal, mientras que Francisco de Villalpando realizó la reja que separa de modo simbólico el espacio reservado a la familia de la nave destinada al pueblo. Berruguete realizó el antiguo retablo del altar mayor, del que solo queda el conjunto escultórico de la Transfiguración de Cristo. La sacristía y su extraordinaria portada fue obra de Andrés de Vandelvira. Francisco de los Cobos y su esposa María de Mendoza descansan en la cripta del templo.

En esta misma plaza y al lado de EL SALVADOR está el Palacio del Deán Ortega, actual Parador Nacional de Turismo, promovido por Fernando Ortega, primer capellán del mausoleo y confesor de Francisco de los Cobos y de su esposa. Se le atribuye a Andrés de Vandelvira que realizó un proyecto austero y callado para no eclipsar la magnificencia del templo. Destacan sus balcones en esquina, su delicioso patio interior y la escalera en piedra.

A unos metros se encuentra La Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares es la iglesia más antigua de la ciudad. Fue construida sobre los cimientos de la primitiva mezquita aljama. Sus dependencias exhiben huellas góticas, mudéjares, renacentistas y barrocas.

Enfrente se encuentra el Palacio Juan Vázquez de Molina, conocido también como palacio de las Cadenas, es una de las más brillantes muestras de la arquitectura civil del siglo XVI en España. Hoy es el Ayuntamiento de Úbeda. Exento por sus cuatro lados, situado enfrente de la portada principal de la colegiata de Santa María, el palacio de las Cadenas fue edificado entre los años 1540 y 1560 por Andrés de Vandelvira. Su promotor fue Juan Vázquez de Molina, sobrino de Francisco de los Cobos, que consiguió introducirlo en la corte hasta llegar a ser otro de los hombres de confianza del emperador Carlos V y secretario de cámara de su hijo Felipe II.

La planta del palacio es cuadrada. Su tipología responde al esquema de los grandes palacios que durante el renacimiento se erigieron en las grandes ciudades castellanas. Su aliento italianizante se manifiesta en el lenguaje arquitectónico de la fachada donde Andrés de Vandelvira se permitió el alarde de subvertir los órdenes clásicos. La fachada principal está dividida en tres cuerpos y siete calles, y abre a una gran lonja cuya entrada la marcan dos leones en piedra. 


TANTO EL TEMPLO COMO LA PLAZA VÁZQUEZ DE MOLINA HAN SIDO EN NUMEROSAS OCASIONES ESCENARIO DE PELÍCULAS, COMO LA DE ALATRISTE, BASADA EN LOS LIBROS DE PÉREZ REVERTE.
EL PALACIO DEL MARQUÉS DE MANCERA Y LA ESCULTURA DE ANDRÉS DE VANDELVIRA, el Palacio Vela de los Cobos, Iglesia de la Trinidad y ver su interior. 
Luego pasar por LA PLAZA DE ANDALUCÍA Y VER LA TORRE DEL RELOJ, DONDE FIGURA UNA PLACA CONMEMORATIVA QUE RECUERDA UNA DE LAS VISITAS DEL REY CARLOS V.

Y no olvidarse de visitar EL HOSPITAL DE SANTIAGO, uno de los monumentos espectaculares de la ciudad.

Asi como visitar el Museo de San Juan de la Cruz, y el interior de la Iglesia de San Miguel y su oratorio.

Otra iglesia emblemática de la ciudad es la de San Pablo. Durante siglos la plaza Primero de Mayo, conocida también como plaza del Mercado, fue el centro de la ciudad medieval. A ella asoma la iglesia de San Pablo, Monumento Histórico Nacional desde 1926, de estilo gótico tardío. La llamada portada de los Carpinteros, situada a los pies del templo, es de estilo tardo románico. A la plaza asoman también las Antiguas Casas Consistoriales. Próximas se hallan la Casa Mudéjar, que acoge el Museo Arqueológico.

Además, merece la pena observar  la bella fachada del Conservatorio, el cual se encuentra en la esquina de la plaza, ya que fue el antiguo Ayuntamiento, y la estatua de San Juan de la Cruz que se encuentra en el centro de ésta.

Después visitar la Casa de las Torres. Para terminar tu recorrido date un paseo por las extensas Murallas, donde podrás quedar fascinado por el "mar de olivos" del que tanto hablaba Antonio Machado, así como por el bello paisaje de Sierra Mágina. Aquí podrás visitar algunas de las puertas fronterizas más importantes como la Puerta de Granada o la del Losal.

La calle Horno del Contador deja a un lado el palacio de los Salvajes, que muestra en la fachada dos grandes figuras mitad hombres mitad animales. En la plaza del Carmen abre sus puertas el Oratorio de San Juan de la Cruz, lugar de culto y peregrinación para los fieles del santo carmelita.

NO TE PIERDAS... LA REDONDA DE MIRADORES es un bello paseo desde donde se contempla el Valle del Guadalquivir y las montañas de Sierra Mágina. La Redonda de Miradores prosigue hasta la puerta de Granada y la iglesia de San Lorenzo, en cuya plaza toma asiento la Casa de las Torres, uno de los primeros grandes palacios señoriales de la ciudad, de estilo plateresco. El barrio de San Pablo queda próximo a los miradores donde los turistas buscan los cerros de la ciudad.

Una visita que no debe faltar .............

LA SINAGOGA DEL AGUA

Descubierta por casualidad durante unas obras inmobiliarias, su recuperación comienza en el año 2007 y concluye en el 2010, fecha en la que se abre al público. Según los primeros estudios, se piensa que es una sinagoga judía anterior al siglo XIV.

Visitar la Sinagoga del Agua es conocer de primera mano cómo vivían las comunidades judías que estaban asentadas en Úbeda, ya que está ambientada con mobiliario y decoración propios de la cultura sefardita.

Ubicada en pleno casco antiguo –aunque no en una zona hebrea–, la Sinagoga está compuesta por seis salas, donde destaca el Mikveh o espacio dedicado a los baños rituales de purificación y siete pozos conectados entre sí. Asimismo, se exhiben pinturas, cerámicas, documentos y elementos arquitectónicos y decorativos del edificio.

No sólo podrás apreciar la cultura judía, sino que también la hispano-árabe y la cristina, ya que este lugar fue ocupado también por la Inquisición.

ANDARSE POR LOS CERROS DE ÚBEDA….. ANÉCDOTA

Una vieja leyenda asegura que un caballero a las órdenes del rey castellano Alfonso VIII encontró una tarde a una bella princesa árabe con la que mantuvo amores el mismo día que el monarca entró en la ciudad de Úbeda para tratar de conquistar la ciudad. 


El rey Alfonso, con tono malhumorado, preguntó a su caballero dónde había pasado la noche y este, embebido aún por tanta caricia, dijo al fin: “Por esos cerros de Úbeda, mi señor, por esos cerros…”.

BAEZA

El paseo comenzará en la Plaza de los Leones
Plaza de los Leones

en la que veremos las Carnicerías, Audiencia Civil, Arco de Villalar y la Puerta de Jaén.
Arco de Villalar y la Puerta de Jaén




Continuaremos por la Plaza de Santa María
Iglesia de Sta. María

centro de la ciudad, con la Fuente de Santa María, el Seminario de San Felipe Neri, Casas Consistoriales y la Santa Iglesia Catedral de Baeza .

La visita avanza hacia el Paseo de las Murallas  para terminar en la Plaza de la Santa Cruz con dos joyas de la ciudad la Iglesia románica de la Santa Cruz y el majestuoso Palacio de Jabalquinto.


Palacio de Jabalquinto.











A continuación pasar por el edificio de la Antigua Universidad baezana para finalizar el paseo por el Arco del Barbudo 
Arco del Barbudo




que nos conducirá a la Antigua Plaza del Mercado, centro neurálgico de la ciudad.







ANTONIO MACHADO EN BAEZA.
No hay que perderse visitar el INSTITUTO “SANTÍSIMA TRINIDAD”. Y el aula donde impartió su clases el poeta de la generación del 98.


El Instituto “Santísima Trinidad” de Baeza es uno de los Institutos más singulares de Andalucía, con casi cinco siglos de tradición académica -es el heredero de la antigua universidad fundada en el 1538- como por su emplazamiento, pues ocupa un edificio renacentista del siglo XVI en bastante buen estado de conservación.

Gracias a la iniciativa de Rodrigo López y a la financiación de Pedro Fernández de Córdoba, descendiente del Gran Capitán, se crea en Baeza una universidad que empieza a funcionar al principio sólo como Colegio de Gramática. Ha albergado en sus aulas a personajes como el maestro Juan de Ávila, beato y luego santo, que fue el gran rector de la universidad de Baeza. También paso por este lugar el que fuera profesor de este Instituto, el gran historiador Jaime Vicens Vives. Y por su puesto hay que destacar su paso por el mismo del gran poeta Antonio Machado Ruiz, profesor que fue de francés durante siete años en este centro.


Merece una especial atención el aula donde el escritor Antonio Machado daba clase de Gramática Francesa en el Instituto de Bachillerato situado en la Antigua Universidad, ya que se conserva con el mismo mobiliario de la época: pupitres antiguos, mesa del profesor con brasero, perchero de madera y en la que están expuestos varios escritos, como la asignación de su plaza como catedrático, sus honorarios, su toma de posesión y la orden de la misma por la Universidad de Granada.

Antonio Machado vivió en Baeza desde 1912 hasta 1919. Decidió abandonar Soria y volver a Andalucía, su tierra natal (nació en Sevilla), debido a la muerte de su esposa Leonor en Soria.

A su llegada a Baeza, Machado encontrará una Andalucía provinciana y aburrida, que el poeta verá con ojos muy críticos.
Estando en Baeza, publica en 1912 Campos de Castilla. Y en 1917, conoce en esta ciudad a Federico García Lorca, con el que  tuvo una gran amistad.


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